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Música

¿Por qué el sonido del agua te hace querer orinar?

La ciencia detrás de tener muchas ganas de orinar.

Este artículo fue publicado en Motherboard. Imagen: Flickr/Alice Carrier.

Soy alguien con el metabolismo de un caballo de carreras en metanfetaminas, porque he recibido la bendición de tener ganas de orinar todo el puto tiempo. Afortunadamente nunca he llegado tan tarde, pero generalmente planeo mis actividades exteriores en torno al baño público más cercano.

Una vez estaba en un parque natural admirando una bella cascada, cuando la rítmica caída del agua a toda velocidad me hizo salir corriendo a buscar la letrina más cercana. La urgencia de orinar en presencia de flujos de agua no es extraño. La mayoría de la gente está probablemente familiarizada con esta sensación, así que debe existir una base científica para este fenómeno.

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Afortunadamente nuestros amigos de SciShow han traído un poco de luz en torno a esta peculiar conexión en su más reciente video.

La respuesta hipotética, de acuerdo con psicólogos y urólogos, tiene todo qué ver con un principio que aprendiste en tus clases de biología durante la preparatoria: el llamado condicionamiento clásico, experimento demostrado por el psicólogo ruso Ivan Pavlov y sus perros.

El condicionamiento clásico es una teoría del aprendizaje que se encuentra en los mecanismos de respuesta automática y explica por qué los animales (incluidos nosotros) reaccionan a ciertas cosas de manera subconsciente.

Como lo demuestra el ejemplo más famoso, los perros de Pavlov salivaban naturalmente alrededor de la comida. Sabiendo esto, el psicólogo tocó una campana cada vez que le daba alimento a sus perros. Con el tiempo los perros aprendieron a asociar el sonido de una campana con la hora de la comida. Eventualmente la  campanada sin la presentación de la comida fue suficiente para hacerles salivar. Todo esto está controlado por una red neuronal llamada sistema nervioso autónomo.

Cuando se trata de agua fluyendo y orinar, la teoría es que simplemente nos hemos condicionado a tener una respuesta específica frente a un estímulo particular. Orinar suena como a agua tintineando, de forma que una fuga en el lavadero nos recuerda que necesitamos ir a descargar. Algunos reflejos pueden estar ya integrados de origen, como tratar de tomar algo cuando caes, pero otros pueden ser aprendidos a través de la repetición.

Hay poca investigación científica sobre el rol que juega el condicionamiento clásico en este fenómeno del pipí. Pero los padres que intentan entrenar a sus hijos para usar la bacinica y los pacientes que sufren del "síndrome de vejiga tímida" son invitados a dejar la llave del agua abierta para que las cosas fluyan. De acuerdo a SciShow, incluso una fotografía de una cascada o del agua cayendo puede ser suficiente para lograr un flujo estable.

Si el argumento Pavloviano es verdadero, en teoría podrías desensibilizar tu mente del sonido del agua. Usando terapia cognitiva de comportamiento, una persona podría contra-condicionarse para reemplazar una respuesta no deseada (orinarse) con una aceptable. Esta técnica de entrenamiento también suele usarse para corregir el mal comportamiento en perros, aunque nunca ha funcionado en mi manada.

Si realmente te preocupa que un arroyo te mande directo a buscar un lugar para orinar, puedes tener otras opciones. En caso contrario ¿tal vez pasar al baño antes de salir de casa?