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Ciudadanos estadounidenses: posibles culpables del aumento de COVID en México

Aunque los dos países tienen un acuerdo para suspender los cruces fronterizos no esenciales, el gobierno del estado de Chihuahua afirma que no se está cumpliendo del lado mexicano.
Frontera entre Estados Unidos y México
Gente vendiendo recuerdos en una calle que conduce al Puente Internacional Paso del Norte, que se extiende desde Ciudad Juárez, México, hasta El Paso, Texas, el 23 de julio de 2020. Foto de Erin Clark, The Boston Globe, vía Getty Images.

Artículo publicado originalmente por VICE en inglés.

CIUDAD DE MÉXICO - Los seis estados mexicanos que colindan con Estados Unidos han experimentado un aumento en los casos de coronavirus en las últimas dos semanas. Chihuahua, el estado que se ha visto particularmente afectado, culpa a los estadounidenses por el aumento.

Si bien Estados Unidos y México acordaron en marzo suspender el cruce fronterizo terrestre entre las dos naciones, excepto para viajes esenciales, como trabajo o emergencias médicas, el gobierno del estado fronterizo de Chihuahua afirma que eso no está sucediendo. Esta semana, el congreso del estado aprobó por unanimidad una propuesta para pedir a la Secretaría de Relaciones Exteriores del gobierno federal mexicano que realmente haga cumplir el acuerdo e impidan el cruce de los ciudadanos estadounidenses no esenciales.

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El gobierno federal de México utiliza un sistema de semáforo, el cual le otorga a cada estado una designación de rojo, naranja, amarillo o verde, que recomienda el nivel de restricciones por coronavirus que los estados deben implementar. A finales de agosto, Chihuahua, el estado más grande de México, finalmente cambió al color amarillo, que es lo más cerca que puede estar de una reapertura completa antes del verde.

Las cosas no salieron bien.

Los casos de coronavirus se dispararon y, a principios de este mes, el estado regresó a la designación naranja nuevamente. El día de hoy, el estado pasó oficialmente a rojo por primera vez desde junio e instituyó estrictas restricciones por coronavirus. Los políticos locales están culpando a sus vecinos del norte.

“El libre tránsito de ciudadanos estadounidenses [por la frontera] implica un gran riesgo para las ciudades limítrofes de nuestro estado”, dijo Alejandro Gloria González, el político de Chihuahua que propuso la reciente resolución para garantizar el mejor cumplimiento de las restricciones fronterizas.

Mencionó específicamente que la ciudad fronteriza de El Paso, en Texas, tiene uno de los números más altos de casos de coronavirus en Estados Unidos y que la ciudad hermana mexicana al otro lado del puente, Ciudad Juárez, está sintiendo las ramificaciones. Cuatro hospitales del estado están ahora en su máxima capacidad, incluidos dos en Ciudad Juárez.

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El 20 de octubre, el gobierno estatal anunció 359 nuevos casos de coronavirus, la cifra más alta en un solo día desde que comenzó la pandemia.

“Nunca habíamos tenido tantos casos en 24 horas. Si cada uno infecta a otros diez, habrá una catástrofe”, dijo Arturo Valenzuela, director médico estatal del norte de Chihuahua.

El estado fronterizo de Nuevo León también experimentó un aumento reciente en los casos de COVID y permanece en naranja en el sistema del semáforo. A pesar de que aún no ha tomado medidas directas para reforzar la frontera, como Chihuahua, el secretario de Salud de Nuevo León, el doctor Manuel de la O Cavazos, advirtió que podrían implementar medidas más estrictas porque la nueva ola podría ser “peor que la anterior” y los protocolos “volverían a ser como los teníamos en la etapa inicial (de la pandemia)”.

El gobierno federal aún tiene que responder públicamente a las autoridades de Chihuahua sobre la aplicación de la ley en la frontera, pero a medida que los casos continúan aumentando en el lado sur de la frontera con Estados Unidos, pronto será más difícil para los estadounidenses cruzar con la misma facilidad que en los últimos meses.