Los cazadores texanos están habilitados legalmente para rociar gasolina a las madrigueras de las serpientes de cascabel y atraparlas durante su huida, en el momento en que se están incinerando las madrigueras.Tanto biólogos como conservacionistas han exigido que se prohíba esta práctica abominable, sin embargo, un legislador texano prohibió recientemente una propuesta que hubiese hecho ilegal esta costumbre, según ha informado el Austin American-Statesman.Ahora mismo se libra un debate contencioso sobre si se debería permitir que los cazadores puedan rociar con bidones de gasolina las madrigueras invernales de estos reptiles.El debate no es sencillo. Lo cierto es que esta práctica para eliminar a las serpientes funcionan como un método de control de su población, suponen un ingreso para sus cazadores y también sirven para estimular la economía de zonas rurales,según sus defensores—por no hablar que se trata de acontecimientos sociales muy populares. Según los cazadores, la gasolina es el sistema más efectivo para conseguir que las serpientes escapen de sus madrigueras.Claro que gasear zonas rurales tiene muchos inconvenientes, argumentan sus opositores. Para empezar, la gasolina destruye el hábitat, elque podría ser utilizado por otras especies que busquen refugio, como muchas que están en peligro de extinción. La gasolina y sus emanaciones también lesionan gravemente a la flora y al suelo luego de ser rociados con el líquido inflamable."La gasolina es un mecanismo de captura indiscriminado", escribió una organización asociada a los parques de Texas y al departamento de fauna salvaje del estado, organización encargada de fiscalizar la práctica, "El departamento de fauna salvaje se ha mostrado preocupado por el impacto que la gasolina pueda tener en la vida silvestre y en sus hábitats. Especies como el karst, un anfibio y de otros invertebrados que viven bajo tierra junto a las serpientes de cascabel, están amenazadas por la práctica".La organización, integrada por promotores de las cacerías de serpientes de cascabel, biólogos, herpetólogos y otros expertos, ha concluyó que los métodos alternativos deberían de ser empleados para atrapar a las serpientes, como las trampas o los ganchos que se emplean para reducirlas. También han advertido que las serpientes de cascabel no son empleadas para la elaboración de antídotos contra su picadura, puesto que los laboratorios trabajan con serpientes en cautividad para completar sus investigaciones.La lectora del Satesman, Collete Adkins, del centro de Diversidad Biológica de Minnesota, condenó a la Comisión de Texas por haber impedido el avance de la prohibición. En una carta publicada en el periódico, se quejaba que la comisión "ha sucumbido a los intereses de los cazadores de serpientes de cascabel""Resulta escalofriante que el presidente de la Comisión, Dan Friedman —el billonario que distribuye automóviles Toyota en el Golfo Pérsico— haya despreciado personalmente la iniciativa por prohibir la práctica" ella escribió.El acorralamiento de serpientes de cascabel se producen en otros estados estadounidenses, incluyendo un festival anual en Paco County, Florida, aunque en ningún otro se alcanzan las cifras que se alcanzan en Texas.
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