La carta de Mark Zuckerberg a su hija nos ha hecho escribirle otra carta a su mujer

Si seguís a Zuckerberg en Facebook (si sois sus "amigos") os habréis enterado de la carta que le escribieron él y su esposa (Priscilla Chan) a su hija recién nacida, Max Chan Zuckerberg. Entre otros delirios de megalomanía y atisbos de personalidad de líder sectario, el tipo espeta que donará el 99% de sus acciones de Facebook a una organización llamada Chan Zuckerberg Initiative que pretende generar un mundo mejor para su hija y todas las personas del planeta —pero sobre todo a su hija—, centrándose en áreas como el aprendizaje personalizado, el tratamiento de enfermedades, poder conectar a las personas a través de internet y construir comunidades fuertes. No sé qué significa todo esto pero el punto fuerte es lo del 99% de las acciones, que corresponden a 45.000 millones de dólares, cifra que ni sé escribir en números y que irá donando a lo largo de su vida —quizás en un pago único en el momento de su último suspiro vital— a su propia organización (buen truco).

Pero en fin, lo importante no es nada de esto. Lo importante es que la carta es un poco rara, tanto en su forma como en su contenido. La carta está firmada por "Papá y mamá" pero la ha subido Zuckerberg (y Priscilla la ha compartido) en su página de Facebook. La carta está redactada en primera persona por el propio Zuckerberg y habla de su mujer con el uso permanente de la lejana tercera persona gramatical. Ese "ella" que denota que no está presente a la hora del redactado.

Es por eso que, viendo como se las gasta el Zuckero, no me extrañaría que hubiera redactado otra carta a su esposa para hablarle de la carta que ÉL había decidido escribir y compartir en su propia red social, para evitar ciertos "problemas". Esto, que parece un enorme ejercicio narcisista y masturbatorio, realmente lo es. "Yo escribo esta movida y si eso que ella lo comparta cuando lo vea", pensó el CEO. En fin, ahí va la que considero esta segunda carta de Zuckerberg a su esposa en referencia a la carta que "ambos" escribieron a su hija:

Querida Priscilla,

Me gusta publicar cosas en Facebook, lo sabes. Yo creé la red social llamada Facebook en 2004 (red social que tú muy bien conoces ya que tienes una cuenta) y me gusta utilizarla. No creo que sea un ejercicio autocomplaciente, pues —y déjame utilizar un poco de demagogia esta vez— dudo que el tipo que en su momento creó el jabón líquido de manos (Robert Taylor, por si te interesa indagar sobre el tema) no utilizara su propio jabón líquido de manos. Creo sinceramente que es normal que utilice mi propia creación, no es ningún acto egocéntrico ni "pajillero", como tú a veces lo llamas. Me gusta utilizar Facebook para saber cómo mejorar la experiencia de los usuarios y, qué coño, me encanta publicar cosas y recibir "Me gusta" y "Me encanta". Hay algo que sube por mi columna vertebral cuando llego al millón de "Me gusta", no puedes saber de lo que estoy hablando, claro.

Soy consciente de que, pese ha haberlo hablado infinitas veces, no debería haber compartido con todos mis clientes, digo, con los usuario de mi red social, nuestra intimidad familiar y menos haber escrito en nombre de los dos un texto para mi hija. Sinceramente no creo que tengamos que protegerla de los medios, nena, más que nada porque yo soy los medios .

Ya sé que firmé la carta en nombre de los dos pese a haberla escrito yo solo pero joder, cedí con esa mierda de ponerle primero tu apellido al bebé , así que objetivamente tú aún me debes MUCHO más. Puedo escribir un millón de cartas en nombre de los dos para igualar ese favor que le hice a tu familia, incluso más. Puedo escribir siete millones de cartas en nombre de los dos. Firmar todo lo que quiera en nombre de los dos. Te has llevado nuestro apellido y, pese a que me ilusiona parecer un tipo progresista, me duele mirar a mi padre (Edward Zuckerberg) y saber que con Max ha terminado nuestro linaje. A veces me llama llorando y no puedo soportarlo, no puedo soportarlo más.

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Hablemos del tono de la carta. Y de la forma. Sabes que la mayoría de gente que conozco y con la que hablo son mis empleados así que solamente sé hablar de la forma que lo hace un director a sus empleados. Decidí organizar la carta por puntos, con un lenguaje sobrio y de fácil comprensión para el usuario, apartando todo atisbo de sentimentalismo. Todo técnico, sin pasión, ¿entiendes? También sé que en los mails que te envío te molesta profundamente todo esto de utilizar letras en negrita para resaltar puntos importantes del texto. Nena, así es como trabajo yo .

Sé que te molestará especialmente que organizara la carta por puntos y resaltando ideas en negrita, como si fuera una fría nota de prensa o un correo interno de la compañía. Así es como escribo yo, sabes que prefiero la profesionalidad, la efectividad y la técnica a la pasión y al sentimentalismo . Soy occidental, lo siento.

La carta a nuestra hija consiste en repetir todo el rato el mismo mensaje para que quede todo muy claro. De la misma forma que creo que mis empleados son estúpidos y no llegan a mi potencial intelectual, creo que nuestra hija, a la edad que tiene, también tiene un bajo coeficiente intelectual y necesita este tipo de apoyo. Por eso repito todo el rato lo mismo. Todo el rato. Lo mismo.

Hablemos del número 100 . Sabes que es un número que me gusta, por eso he decidido ponerlo cuatro veces en el texto dirigido a nuestra hija. 100 significa la plenitud. El círculo cerrado. Es el mantra que se repite en mi cabeza. "Tienes que lograrlo, Zucker. Tienes que dar el 100% de ti mismo en esta empresa". ¿Sabías que en mi adolescencia mi mail era cienporcienmark@hotmail.com. ¿No? Pues ahora ya lo sabes.

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A fecha de 2/12/2015 a las 13:00 horas he conseguido un puto millón de "Me gusta" con la carta esta, así que no me puedes reprochar nada, tía. (Adjunto captura de pantalla de los "Me gusta", "Me encanta", "Me alegra" y "Me asombra". Puedes darle tú también al "Me gusta" si quieres [estaría bien] e incluso creo que deberías compartir la carta).

Priscilla, que sepas que Shakira ha comentado en mi muro. Sé que te la suda pero para mí es un éxito personal.

Hay cinco personas que le dieron al "Me enoja" (una proporción lamentable, si me permites); son Tony Mannza, Diego Ignacio Campos, Chris Folliard, Ralfh Solis y Camila Antonia. Ya veré qué hago con ellos. Sin duda lo de las nuevas reacciones a los comentarios fue una jodida buena decisión.

Con mucho amor,

Mark & Max.