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Charlyfornication

Por qué te moriste Steve Jobs

Esta es la historia de un pendejo al que se le cayó su iPhone 6.

Siempre pensé que Steve Jobs era inmortal. Y que si un día moriría meterían su cabeza en una pecera portátil como hicieron con Beck en un capítulo de Futurama.

Pero nelson. Se fue a la vecky y a la ciencia le valió madre. Mejor criogenizaron al Sr. Burns.

Si Steve Jobs no hubiera muerto:

1. No existiría esa horrenda película basada en su vida.

2. No existiría ese horripilante libro en el que se basa la horripilante película basada en su vida.

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3. No existiría el iPhone 5s.

4. En resumen Apple no se hubiera abaratado tan gacho.

Cuando se fusiló el nombre de Apple para su compañía (de Apple Records de Los Beatles) no había duda de que era un genio. Pero cuando sacó el iPod shuffle, un reproductor de música del tamaño del un empaque del condón, me convencí de que ese tipo era Dios. Inventó el primer mp3 sexual de nuestro tiempo. No sé que se me antoja más. Si comprar unos Prudence sensitive ultra delgados cada ocasión que guacho un iPod shuffle o si deseo agenciarme un paquete pa enmicarme siempre que observo el iPod shuffle.

Pero Steve is gone. Y surgió una maldición: el iPhone 6. Esta es la historia de un pendejo al que se le cayó su iPhone 6. ¿Por qué se tiene este modelo en la vida? Easy. Porque tener un 5 o peor aún (5s) es tan, pero tan 2014. Mi iPhone anterior era un 4s. Se me había caído (a propósito) un madral de veces. Pinche todoterreno. No le pasaba nada. Antes descalabraba un cristiano que se le estrellara la pantalla. Pero el sistema operativo ya chocheaba. Parecía peli porno de los 70's. Se tardaba un chingo en llegar a la acción. Para abrir una página se ponía más lento que una teibolera del Matehuala al desnudarse. Dejé de hacerme pendejo y me compré un teléfono nuevo. Un iPhone 6, por supuesto, pa no perder el status de chico mac.

El cabrón se aventó un clavado desde mis garras hasta el piso en Madrid. El cristal del aparato se añicó (vean cómo convierto en verbo un sustantivo; él se añicó, tú me la añicas, ay qué rico). Qué decepción. No soportó ni el primer clavado. Podía sentir la maquiavélica carcajada de mi iPhone 4s flotar en el aire. Ora quién es el yonkeado, imbécil. Y en otro país. Te quedaste sin chupar wifi. El accidente sirvió para darme color de lo mismo de siempre. Las políticas de las compañías siempre favorecen más a los usuarios de otros países que a los mexicanos. Por 800 euros de depósito me mandaban un iPhone nuevo al domicilio que proporcionara. A la chingada, dije. Esos 800 euros me los voy a gastar en peda y cuando regrese a México lo sustituyo. Apagué el celular y me metí al Museo del Jamón.

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Oh, alarma, oh, sorpresa que al regresar a la patria me la pelé. La política era opuesta. Se me pedía 700 dólares y Apple me repondría el equipo dañado con un iPhone & reconstruido. Wait a minute, mister. ¿Hace un par de meses adquirí un aparato nuevo por el que pagué más de 10 mil varos por ser de 64 gigas y por 700 dólares más se me va a regresar uno manoseado? No pues, muchísimas gracias. Viva el TLC. Viva el capitalimos. Viva la globalización. Salí del ManagerMac con la misma indignación de Kanye West cuando no le dieron el Grammy. En España me cobraban 100 euros con los pakis por cambiarle la pantalla. Me rehusé porque eso significaba perder la garantía mac. Pero cuál puta garantía. ¿700 dólares por un celular re-ensamblado más diez mil y pico es una garantía? Por mí que no lo volvieran a tocar.

Me lancé a la plaza de la tecnología y por 2,100 pesos le pusieron una pantalla nueva, piratita, pero nueva. Al entregármelo, me informaron que con la caída se había dañado la carcaza de atrás. Y que la pantalla no sentaba bien en el soporte y estaba un poco salida. Y así es mi estado civil actual: un pinche cyborg, un Iphone como el Frankestein interpretado por DeNiro. Espero que no se exciten conmigo los adeptos a la pobrezafilia.

Como la pantalla sobresale ni siquiera le puedo poner una funda. Con el argumento de que en la actualideath todo es desechable nos hacen apechugar este tipo de mamadas. Chin, soné a la paranoia de William Burroughs que aseguraba que Estados Unidos había inventado un material para crear ropa indestructible. Pero si Steve Jobs no hubiera muerto tal vez el Iphone seguiría como el lema de la Ford, "nacidos Ford, nacido fuerte". O quién sabe. A lo mejor serían igual de malnacidos. Probablemente Steve Jobs encabronado porque sabía que moriría se vengó de todos nosotros y dejó escrito que los iPhones fueran desechables. Pinche putín.

Tengo dos opciones:

a) traer este pinche cyborg hasta que se me vuelva a caer y quede inservible o

b) cuando ya no funcione renunciar a la idea de tener un smartphone.

Me compro un tamagochi (de esos celulares de a 300 varos). Porque un pinchi Samsum Galaxi no voy a usar.