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Comida

Empleados de las plantas de pollos de Estados Unidos no podrían ir al baño

Un informe de Oxfam Estados Unidos da cuenta de las condiciones laborales precarias de los trabajadores de la industria avícola.

Los estadounidenses aman comer pollo y su demanda sigue al alza. Para seguir sacando millones de pollos de las plantas avícolas cada año, sus empleados ganan salarios reducidos, sufren heridas y no tienen voz ni voto en su lugar de trabajo. Eso es al menos lo que dice un nuevo informe de Oxfam Estados Unidos. El descubrimiento más sorprendente es el siguiente: regularmente obligan a los trabajadores a usar pañales en la línea de producción, pues no se les permite hacer pausas para ir al baño. Otros simplemente orinan o defecan en dicha línea.

Oxfam invirtió tres años investigando las condiciones de trabajo en el negocio de la avicultura. Su personal viajó a lo largo de Estados Unidos para realizar entrevistas con trabajadores, promotores, abogados, médicos, expertos y analistas. Todo en un intento por descubrir lo que realmente estaba sucediendo tras bambalinas.

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Y esto fue lo que encontraron: el pollo orgánico y de granja que comes podría tener una mejor vida que el trabajador de la planta de donde proviene.

Oliver Gottfried, Director de Asesoría en Promoción de Oxfam Estados Unidos, le dijo a MUNCHIES lo siguiente: si compras orgánico o de granja es lo mismo, "cuando los pollos llegan a una planta avícola, la mayoría atraviesa por las etapas señaladas [en el informe]; y los trabajadores realizan sus tareas manuales en las mismas condiciones descritas".

A pesar de que Oxfam no se enfoca en productores pequeños o locales, Gottfried dijo que "algunas de las pequeñas empresas y compañías especializadas en pollos orgánicos o de granja procesan sus aves bajo condiciones diferentes. Pero, algunas de las marcas orgánicas y naturales más populares ––como Coleman Organic–– son propiedad de las cuatro principales compañías productoras de pollo (Tyson, Pilgrim's, Perdue y Sanderson Farms). Y todos sus productos son procesados de la forma descrita".

El problema se reduce a los descansos limitados destinados a mantener a los trabajadores en sus puestos. Los supervisores sienten la presión de tener la línea de producción moviéndose tan rápido como sea posible y con las máquinas funcionando todo el tiempo. Los empleados dicen que no se les permite hacer pausas o son castigados por hacerlo. Oxfam encuestó a 266 trabajadores en Alabama y, de ellos, el 80% confesó que no podían ir al baño cuando lo necesitaba; 86% dijo lo mismo en una encuesta de Minnesota. El acoso y el castigo pueden ser el resultado de usar el baño cuando la naturaleza llama a usarlo.

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"Lo que sería alarmante en la mayoría de los lugares de trabajo ocurre con demasiada frecuencia en las plantas avícolas: los trabajadores haciendo sus necesidades mientras están en su puesto de trabajo", dice el informe, y se cita a una trabajadora llamada Dolores diciendo, "Tenía que usar Pampers. Muchos, muchos otros y yo teníamos que usar Pampers". Y agrega que se sentía como que no tenía "valor, ni derecho a hacer preguntas o hablar".

El informe le pide a Tyson, Pilgrim's, Perdue y Sanderson Farms, quienes controlan el 60% del mercado y emplean 100.000 trabajadores en Estados Unidos, que refuercen y mejoren las condiciones de sus trabajadores. Pilgrim's Pride le dijo a MUNCHIES que, en parte, "las pausas para ir al baño no han surgido como un problema en ninguna de nuestras encuestas de satisfacción de nuestro equipo interno, ni en los resultados de nuestras encuestas de cultura de seguridad sustentable conducidas por terceros". También dijeron que "cualquier acusación del carácter de las declaraciones de Oxfam, si se demuestra, será tratado como una clara violación a la política de la compañía y tendrá consecuencias disciplinarias".

De manera similar, Tyson le dijo a MUNCHIES, como parte de una declaración más larga que "no toleramos la negativa a las solicitudes para ir al sanitario". Afirman que "utilizamos una firma de inspección independiente para evaluar las condiciones de trabajo en nuestras plantas. Escuchamos a nuestros compañeros de equipo a través de varios canales para asegurarnos que son tratados respetuosamente". Tyson dice que se reunieron con Oxfam y están "siempre dispuestos a considerar formas para mejorar".

MUNCHIES también intentó contactar a Perdue y Sanderson Farms, pero no ha obtenido respuesta de ellos.

El informe de Oxfam sugiere que si las empresas tienen políticas íntegras que permitan suficientes pausas para ir al baño, éstas no están siendo ejecutadas a nivel de fábrica. Gottfried de Oxfam dice que los consumidores pueden hacer una diferencia: "Las compañías avícolas se preocupan por la opinión de los clientes sobre sus métodos de procesamiento de la comida. Han comenzado a expresarse acerca de la seguridad de sus alimentos y el trato a los pollos, la industria ha respondido: muchas compañías han reducido paulatinamente los antibióticos y/o han criado a los pollos de otra forma".

Para Oxfam, los consumidores necesitan aprender más acerca de cómo se trata a los trabajadores y gracias a este informe pueden hacerlo.

Este artículo fue publicado originalmente en Munchies, nuestra plataforma dedicada a la comida.