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Tres jóvenes precisaron de atención médica hace unos días tras estar consumiendo esta sustancia en la puerta de su centro, junto a otros chicos de su edad. El K2, el nombre que le da aquí una parte de la juventud, es ilegal en buena parte de la Unión Europea (UE), aunque en España se vende como un tipo de incienso."Los químicos que componen los cannabinoides sintéticos se acoplan a los mismos lugares del cuerpo que afectan el consumo de cannabis natural, pero sus compuestos son bastante más tóxicos". Es la explicación que da Claudio Vidal, miembro de Energy Control, un proyecto de la ONG Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD) que analiza en España la composición de las drogas, asesora sobre las mejores pautas para su consumo e informa sobre las tendencias y las nuevas amenazas del mercado de los estupefacientes."En España el uso de cannabinoide sintético es bastante minoritario. España es un país en el que existe una alta disponibilidad de cannabis natural y esto se limita a experimentadores o a personas que no tienen acceso al cannabis natural o no pueden consumirlo", asegura Vidal a VICE News.
El consumo de K2 contiene riesgos. Vidal asegura que la composición es cambiante: al margen de su nombre comercial, en el cannabinoide sintético de una determinada marca puede haber diferentes componentes, y en una semana estos pueden cambiar. "El nombre nunca es garantía de su composición ni que el efecto que te produjo un día vuelva a ser el mismo", afirma.Sigue a Quique Badia en Twitter: @qbadiamasoniSigue a VICE News en español en Twitter: @VICENewsES