Imagen vía flickr/blogplanalto
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Durante la última fase del año pasado y los primeros meses del 2016 se produjeron importantes avances de la derecha a nivel político en Latinoamérica: el triunfo opositor en las elecciones legislativas de Venezuela y ahora el intento de referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, el acceso a la primera magistratura de Mauricio Macri en Argentina, el fortalecimiento de la derecha "tucana" y el impeachment que suspendió a Dilma Rousseff en Brasil y la derrota del intento de reforma constitucional de Evo Morales en Bolivia, entre otros.Desde los proyectos que llevaron adelante reformas más radicales — como Venezuela o Bolivia —, hasta los más moderados — como Brasil —, o quienes se ubicaron entre uno y otro extremo — como Argentina —; sufrieron reveses electorales, derrotas políticas y hasta golpes institucionales.El trasfondo estructural de las distintas crisis son los vientos de cambio de la economía mundial, que afectan especialmente a la región. Desde finales de 2007, la economía trastocó todo el cuadro en que transitaba Latinoamérica, afectada durante 2009 por una recesión importante aunque suave. Mientras los centros de las potencias avanzadas entraban en recesión, las masivas inversiones en China y las bajas tasas de interés en Estados Unidos alentaron el boom de los commodities y la entrada de capital extranjero en los "mercados emergentes".
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La Bolivia de Evo Morales gozaba de una mayor estabilidad económica, pero el presidente se auto-infringió una derrota política. El fracaso electoral del proyecto de reforma constitucional que se llevó a cabo el 21 de febrero pasado y que pretendía habilitar tempranamente una nueva reelección de Morales en 2019. Evo no podrá postularse de nuevo y su partido se verá ante la extraña situación de tener que buscar otro candidato. El 51,30 por ciento de los electores optó por el No frente al 48,70 por ciento que eligió el Sí.Durante la gestión de Morales y el MAS (Movimiento al Socialismo) la economía alcanzó cifras destacadas: reservas internacionales equivalentes a 50 por ciento del PIB, baja inflación, crecimiento sostenido de alrededor de 5 por ciento durante casi una década. Su combinación de política distributiva, discurso antiimperialista, expansión del Estado y Macroeconomía ordenada le valieron los elogios de casi todo el arco ideológico que ve en Evo algo más que un "populista" derrochador de recursos.Pero en el marco de una profunda desconfianza histórica de los bolivianos frente a la perpetuación de sus gobernantes en el poder, fue rechazada la reforma reeleccionista. Todos los que lo intentaron fracasaron en la empresa. Evo llegó a ser el presidente que más tiempo pasó en la presidencia y el gobierno apareció forzando su propia Constitución, mientras que una parte de la oposición quedó como defensora de esa "nueva Carta". El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, escribió tras la derrota electoral un texto titulado Derrotas y victorias, en donde ensaya un intento profundo de comprensión sobre la propia sociedad boliviana que se ha transformado en estos años.El juicio contra Rousseff pretendía detener una investigación de corrupción masiva. Leer más aquí.
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En la mayoría de los países, las derechas avanzan intentando hacerlo por medios democráticos y con un discurso más aggiornado a lo que fue históricamente el relato clásico de la derecha. Brasil es el país donde el proceso "golpista" fue más claro y donde asumió una administración con fuertes rasgos retrógrados desde el punto de vista ideológico y político.La justicia y distintas gradaciones de procesos de tipo manipulite hicieron su aporte para el debilitamiento de distintos gobiernos — siendo el caso Dilma el más claro. La idea de un "partido judicial" — la politización de la Justicia — reemplaza lo que en la historia latinoamericana fueron los "partidos militares". Y del otro lado, el anti republicanismo y las teorías populistas en construcción minaron un sentido común que pudiera combinar, como dice el historiador argentino Pablo Stefanoni, "decencia y justicia social".Ninguna de las derechas que avanzan o llegan al poder tienen el camino allanado. Las estructuras sociales y estatales de la "herencia recibida" son un límite a sus ambiciones restauracionistas. El politólogo argentino Andrés Malamud dice a VICE News que "el principal sedimento colectivo dejado por las izquierdas es la revalorización del Estado como regulador y redistribuidor". A pesar de ello, según Malamud, "alguien podría adjudicar esa enseñanza al fracaso anterior del neoliberalismo más que a los éxitos de la izquierda". Políticas de redistribución, programas de transferencia condicional de ingresos, también "se desarrollaron también en países gobernados por la derecha, como México".'No les tengo miedo', dice la expresidenta de Argentina a quienes la acusan de corrupción. Leer más aquí.
Sigue a Martín Rodríguez en Twitter: @tintalimonSigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEsVivir en el sótano de la pobreza: ser indígena en América Latina. Leer más aquí.