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Identidad

Morir para resucitar dentro de unos años: españoles fascinados con la criónica

Se calcula que en el mundo hay 300 personas en estado criogenización a la espera de despertar en el futuro. Hablamos con españoles fascinados por este proceso tecnológico.
CEREBRO CRIOGENIZADO VÍA CREATIVE COMMONS

Encarnación López cambió su forma de esperar la muerte un día, hace diez o doce años, mientras veía un documental en televisión. Así fue como entró en contacto por primera vez con la criónica, la técnica que prevé la congelación de cuerpos muertos para reanimarlos en el futuro. Suena a ciencia ficción: muertos resucitados, cerebros en termos, cuerpos impresos en máquinas 3D. Pero no lo es tanto. Su curiosidad por la ciencia, la ha llevado a estar al día de los progresos de este proceso tecnológico que despierta el escepticismo de muchos científicos y la curiosidad de otros tantos. "Estoy un poco acostumbrada a que familia y amigos me digan que estoy loca, ¡de momento no he conseguido convencer a nadie más!", explica con humor a Broadly por conversación telefónica.

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Al igual que Encarnación, se calcula que en España hay alrededor de 100 personas más interesadas en criopreservar sus cuerpos cuando fallezcan, según apuntan desde Crionica.org, una de las pocas plataformas para la divulgación y el avance de esta técnica en España. El desconocimiento, la falta de evidencia científica, y la falta de legislación, imposibilitan que gane más adeptos. La pionera en España fue Eulalia Castillejo, una mujer de Palma de Mallorca cuya hija y suegras están criopreservadas en Alcor Foundation, en Arizona, desde hace ya algunos años. Que estén en Arizona no es casual: es uno de los pocos centros de criogenización del mundo. Hay otro más en Estados Unidos, concretamente en Michigan, y un tercero más en Rusia. En total, se calcula que existen en el mundo alrededor de 300 personas en estado de criogenización a la espera de despertar en el futuro.

La criónica es la técnica que prevé la congelación de cuerpos muertos para reanimarlos en el futuro

Recientemente, la criónica volvió a ser noticia a raíz del caso de una niña de 14 años que consiguió el permiso de un juez en Londres para ser trasladada a EE. UU. y ser criogenizada. "No quiero ser enterrada bajo tierra. Quiero vivir y vivir más tiempo, y creo que en el futuro pueden encontrar una cura para mi cáncer y despertarme", explicaba la niña en una carta.

¿Pero en qué consiste esta técnica? José Luis Cordeiro, ingeniero, profesor en la Singularity University (Silicon Valley) y miembro de la Fundación VidaPlus, nos lo explica: "Es un proceso que no requiere electricidad, ni luz, simplemente se trata de poner el cerebro o el cuerpo en unos contenedores que contienen nitrógeno líquido a una temperatura de -196ºC. Se cree que todo lo que se preserva a esta temperatura se puede mantener de forma indefinida". Cordeiro explica que en España ya se están haciendo las primeras pruebas de criopreservación con gusanos y que estos ya han podido ser reanimados. "El año que viene queremos iniciar experimentos de reanimación con ratones", avanza.

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Desde la fundación VidaPlus, formada por ingenieros, investigadores o doctores, no hablan nunca de cadáveres ni de resucitar muertos, sino que para ellos la criopreservación aspira a "reanimar pacientes". La idea es que estos cuerpos sean descongelados cuando se haya encontrado una cura a la enfermedad que causó su muerte.

"Pienso en el cáncer, por ejemplo. Enfermedades que hoy conocemos tan destructivas dentro de unos años se curarán, los avances médicos nos llevan a eso", explica Cordeiro a Broadly. Para él, "el envejecimiento será opcional dentro de 30 años", momento en el que los humanos estaremos mejorados y podremos tener vidas más longevas. "Aquí no estamos hablando de inmortalidad, claro que no, las muertes naturales siempre existirán, estamos hablando de mejorar y evitar las muertes que sí son evitables". En definitiva, alargar la vida de los seres humanos. Ray Kurzweil, el actual director de ingeniería de Google, también coincide con el diagnóstico y ha predicho en varias entrevistas que entre 2029 y 2045 es posible que la medicina regenerativa y la bioingeniería termine difuminando los límites de la vida humana. Por algo Kurzweil también tiene un seguro de muerte —o de vida, según como se mire— en el centro de criónica de Alcor.

Esto es como jugar una apuesta. Si te queman o te entierran, te aseguro que la posibilidad de reanimar es cero absoluto

El coste de la criopreservación no es igual en todas los centros del mundo: puede variar en función del país y también de la parte del cuerpo que te interese criopreservar. Los precios oscilan entre los 20.000 euros, si solo se quiere congelar cerebro, y los 200.000 euros, si se quiere cuerpo entero. Lo óptimo sería iniciar la criogenización antes de la muerte de la persona, pero en España la legislación no lo permite. "Aquí hay que esperar a que te declaren oficialmente muerto, lo que no significa que tu cerebro no funcione. El proceso de descomposición toma unas horas y durante ese tiempo se puede criopreservar a la personas. Eso sí, se debe hacer a las pocas horas de que se haya decretado la muerte legal", especifica Cordeiro. El investigador también advierte que es muy importante informarse bien antes de pagar ningún seguro de este tipo y, sobre todo, alerta de supuestas sociedades fraudulentas que ―incluso en España―se están aprovechando de los ahorros de la gente, pero no son fiables. "Ahora mismo en España no existe ninguna opción para criogenizar con garantías un cuerpo, aunque te digan que sí. Hay que irse a algunas de los institutos en EE. UU. o Rusia", sentencia.

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Cayetano Santana Gil es otro de los españoles dispuestos a criopreservarse en el futuro, además de otro miembro activo de la web Crionica.org: "En el cerebro está nuestra identidad, nuestros recuerdos, es el centro, lo gestiona todo. Hay investigadores que señalan que un cerebro bien nutrido puede durar hasta 1.000 años. En cambio, un cuerpo puede durar alrededor de 150 años", explica.

Encarnación, a sus 50 años, también lo tiene claro. A la espera de que en España se permita esta técnica, a ella le gustaría criopreservar su cerebro en Rusia, ya que el instituto KrioRus es uno de los que ofrece las alternativas más económicas.

¿Y cómo solucionaríamos lo del cuerpo? "Sé que igual te recuerda un poco a las cabezas parlantes y con chispas de Futurama", explica Encarnación entre risas. "Pero crear un cuerpo nuevo va a ser la menor de las preocupaciones, es pan comido". Los avances en nanotecnología —por cierto, Premio Nobel de Química este año— así como los avances en la impresión 3D son, para ella, señal inequívoca de que estamos avanzando en la dirección correcta.

Otra historia será cómo se adaptarán esos hipotéticos "recién llegados" dentro de, no sé, 200 años a un nuevo escenario en el que no conocen nada ni a nadie: ni familia, ni amigos. "Hay seguros en el extranjero que están contemplando la forma para que la persona reanimada tenga un mínimo de independencia económica al despertar. En caso de que el dinero sea tal y como lo conocemos", sugiere Santana. En general, los diversos institutos de criónica del mundo trabajan también para amortiguar el shock que puede suponer la llegada de estas personas en un futuro y planificar cómo podría ser su adaptación.

"Sé que todo esto es muy complejo, pero es una apuesta. Si te queman o te entierran, te aseguro que la posibilidad de reanimar es cero absoluto. En cambio, con la criopreservación como mínimo la posibilidad de volver a la vida será superior a cero. Algún día será natural cumplir 300 años permaneciendo joven y saludable. ¿Por qué autolimitarse con lo que ahora se considera "normal"? ", apunta Encarnación como reflexión final.

Habrá que esperar unos cuantos años, y confiar en la ciencia, para averiguar si todo esto que suena ahora tan marciano será, finalmente, posible.