Así es vivir con una pierna de titanio

FYI.

This story is over 5 years old.

Salud

Así es vivir con una pierna de titanio

''De haber sabido que me iba a ir tan bien con las mujeres, yo mismo me hubiese cortado la pierna. Funciona como un tipo de afrodisíaco''.

Imagina que estás en la flor de tu juventud, comiendo con tus amigos luego de una buena fiesta, en uno de tus sitios favoritos. Todo bien por ahora, ¿no? Adelantas la escena unos 40 minutos, y gracias a un conductor borracho, tu vida cambia para siempre.

Tu nueva realidad es que perdiste una de tus dos piernas y en la otra tienes 80 tornillos y clavos. ¿Podrías vivir sin alguno de tus miembros? ¿Cómo la llevarías? ¿Cómo cambiaría tu vida?

Publicidad

Paúl Montiel es un venezolano de 46 años, y hace 23 años perdió su pierna. Las cicatrices que ve en su pierna todos los días son un recordatorio del accidente que dibujó un antes y después en su vida.

Pasar dos horas en el gimnasio y nadar 1200 metros diarios de piscina para nosotros probablemente sea bastante forzado, pero para Paúl esto forma parte de su día a día. Incluso con con una sola pierna ha participado en maratones y nadado en mar abierto.

Vivir en Latinoamérica con cualquier discapacidad siempre será un reto, ya que normalmente estos artefactos son importados y el alto costo hace que sea casi imposible para cualquier persona adquirirlos. Debido a esto, Paúl tiene una fundación en la que su mayor propósito es apoyar a atletas discapacitados a competir en sus disciplinas.

Hablamos con Paúl Montiel sobre qué significa vivir con una pierna de titanio, cómo es su día a día y cómo lo ha ayudado con las mujeres.

VICE: ¿Cómo es vivir con una pierna de titanio?
Paúl Montiel: Es cuestión de costumbre, al final del día sí puedes llevar una vida en la que puedes realizar cualquier tipo de actividad, pero mucho más suave y lento que antes. A ver, tienes que tener más cuidado en tu día a día. Vivo con una pierna de titanio, pero en la pierna que me quedó tengo 80 clavos y tornillos, así que tengo que tener cautela con mis movimientos. Esto igual me hace valorar mis logros mucho más y te hace ver que todo es posible, no hay ninguna meta que no sea posible alcanzar.

Publicidad

¿Cómo perdiste la pierna?
La perdí sentado en un puesto de comida callejero mientras comía unas arepas, comida típica de mi país. Un conductor venía manejando ebrio y tuvo un accidente, debido a esto, el caucho salió volando y el rin del mismo me cortó la pierna derecha como si fuese una hojilla. La otra pierna casi la pierdo, incluso me tuvieron que llevar en una ambulancia aérea a los Estados Unidos y después de cuatro operaciones y 80 tornillos y clavos, pudieron salvarla.

¿Qué es lo que más extrañas de tener tu pierna de carne y hueso?
Nada. He aprendido muchísimo luego del accidente, incluso antes de perder la pierna, yo venía viviendo una vida terrible. Mis días y noches se resumían en drogas, alcohol, fiestas y excesos de todo tipo. Lo más probable es que si no me hubiese pasado el accidente ya yo estuviese muerto o en otra circunstancia. Creo que lo mejor que me ha pasado en mi vida es perder mi pierna, y haber aprendido tantas cosas y lecciones a raíz del accidente. No extraño absolutamente nada, más bien hubiese sido una lástima no haber tenido una vida como la que tengo hoy en día.

¿Cuánto cuesta una pierna de titanio y cómo es el proceso para conseguirla?
Bueno, yo soy de Venezuela y ahí es imposible conseguirla debido al control de cambio. Cuesta entre 25 o 30 mil dólares (más de 600 mil pesos mexicanos) y es hecha en los Estados Unidos. La única manera de obtenerla es yendo hasta allá y ordenarla. En Venezuela tengo una fundación para ayudar a la gente de pocos recursos que ha perdido algún miembro y así poder recaudar fondos para que obtengan su prótesis y puedan vivir su vida lo más normal posible.

Publicidad

Caminaste un maratón de 10 kilómetros y nadaste 3 kilómetros en mar abierto, ¿cómo lo lograste? ¿Nunca tuviste miedo a que fallara la pierna de titanio?
Nunca tuve miedo, lo logré por la determinación y ganas que tenía de llegar a la meta. Soy un hombre de retos y no me pongo límites, pero claro que sufrió la pierna. En la caminata la prótesis se me partió y llegué saltando a la meta en una sola pierna, incluso me caí y tuvieron que suturarme cuatro puntos. La satisfacción de llegar a esa meta fue increíble, ahora, la cuestión con el nado en aguas abiertas si fue bastante difícil. Se me acalambró la pierna que me queda y me las vi bastante feas, ya que eso es en altamar. No me rendí, prefería que me sacaran ahogado o muerto antes que renunciar a la competencia.

¿Tienes pesadillas con el día en que perdiste la pierna? ¿Aún piensas en eso?
No, nunca. El día que llegué de Estados Unidos —estuve dos años en rehabilitación—, le dije a mi papá que lo primero que quería hacer apenas me bajara del avión era sentarme exactamente en el mismo lugar donde ocurrió el accidente y comer. Fue una forma de catarsis y ese día pasé la página, tuve que aceptar inmediatamente que perdí una pierna si quería volver a retomar las riendas de mi vida.

¿Te deprimiste en algún momento?
Obviamente. Incluso toqué fondo. Pasé dos años seguidos tomando todos los días y sumamente deprimido. Igual me di cuenta que si no me levantaba ahí me iba a quedar. Tenía una hija de dos años y si yo no me cuidaba nadie se iba a hacer cargo de ella. O me hundía en la depresión o salía de ese agujero y afortunadamente logré salir.

Publicidad

Eres una persona que hace aún más ejercicio que una persona con dos piernas, ¿cuál es tu propósito? ¿Qué quieres lograr?
Mi propósito más grande es mi fundación, con ella apoyamos a varios atletas discapacitados que no tienen recursos para viajar y competir. Esto me enseñó que la más grande discapacidad que podemos tener las personas no es la discapacidad física, es la mental. Mi meta es demostrar que no hay excusas ni límites, que pase lo que pase podemos lograr lo que nos propongamos.

¿Llevas una vida sexual con plena normalidad? ¿Estás satisfecho?
Sumamente normal, más que eso, muy satisfactoria. En mi vida sexual no hay tabúes ni complejos, obviamente tu pareja tiene que entender que lo importante no es el físico si no una buena compañía. Mi relación en pareja es mucho mejor que la de antes, hay mucha confianza y entrega.

¿Hubieses preferido perder una mano?
No he pensado nunca en qué hubiera preferido perder, de igual forma, yo me hubiese adaptado a cualquier situación. Al final uno no decide con qué miembro te vas a quedar, tienes que aceptarlo y programar tu vida en base a eso. Si hubiese perdido una mano, no hubiese tenido problema y también me hubiese adaptado.

¿Qué es lo que más aprecias de tu vida luego de haber perdido una pierna?
Que mis tres hijos están sanos, primero que todo. También que mi familia cuenta con estabilidad mental para poder superar cualquier tipo de problema que se nos presente.

¿Le dices a tus parejas o posibles parejas acerca de tu pierna de titanio? ¿Alguna vez han reaccionado mal?
Siempre saben que me falta la pierna por mi manera de caminar, y si no, se los digo inmediatamente sin ningún tipo de tabú. Jamás han reaccionado mal, al contrario, para ellas ha sido algo distinto e innovador, les funciona como un tipo de afrodisíaco. Si hubiese sabido que me iba a ir tan bien con las mujeres gracias a mi pierna de titanio, yo mismo me la hubiese cortado a los 15 años, esto ha sido una maravilla.

Conoce más de Paúl y su fundación aquí