Tener un trabajo que consista en hacer reír a las personas dejando a un lado el momento personal en que te encuentres debe ser bastante difícil y requiere una gran fortaleza mental y emocional.
Los payasos son aquellas personas que buscamos para que nos hagan reír y olvidar cualquier problema que tengamos en el día a día. Si por casualidad su show no nos parece tan divertido, podemos subestimar su trabajo y olvidar que también son personas con los mismos problemas que nosotros.
Cada vez que veo un payaso, hay algo en su maquillaje que hace que me sienta un poco melancólico. Incluso imagino cómo serán sus días tristes, qué problemas tuvieron en la semana, si tienen familia y cosas así. Es como una película que pasa por mi mente imaginándome sus vidas y todo esto se activa con tan sólo verlos maquillados. Quizás son las lágrimas falsas que tienen pintadas en la cara, la eterna sonrisa o pensar en los problemas que pueden estar pasando y que tienen que bloquear para poder hacernos reír. El show debe continuar. Todo esto, hace que me pregunte, ¿quién los hará reír cuando están tristes? Ya que, como todo ser humano, tienen momentos en los que irremediablemente rompen a llorar.
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Asistí a la Feria de la Risa en la Ciudad de México, una convención internacional anual donde se reúne toda la industria relacionada al mundo de los payasos, para abordar a varios y preguntarles sobre la última vez que lloraron lágrimas reales.
PAYASO CHISPÍN
TROZO EL PAYASO CARIÑOSO
PAYASO BURBUJITA
PAYASO CHATO
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