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La lluvia derrota a los mejores 'bikers' del mundo en Andorra

Parece que ni siquiera la élite de los ciclistas extremos es capaz de derrotar a los elementos. Ni a la cerveza.
En la redacción de este artículo ha colaborado Pau Riera. Síguele en Twitter: @21pauriera

Dos kilómetros y medio y más de 700 metros de desnivel se pueden recorrer con calma, buscando setas; se pueden subir corriendo, como hace Kilian Jornet; incluso se pueden bajar esquiando. Pero bajarlos en bicicleta, esquivando árboles y saltando rocas enormes, y al mismo tiempo pensando en ganar al cronómetro… bueno, esto solo está al alcance de los mejores (o los más dementes).

El 'bike park' de Vallnord, en la Massana (Andorra), acogió la semana pasada el campeonato del mundo de Mountain Bike y Trial. Se disputaban diversas pruebas, pero la más espectacular —especialmente por la velocidad, pero no nos engañemos, sobretodo por las caídas— fuesin duda la de descenso. Ganaron el francés Loic Bruni, campeón del mundo júnior en el 2012, y la inglesa Rachel Atherton. Más allá de ganar o no, se trata de sobrevivir. En esta disciplina, o ganas o caes: no vale ir a medias.

Pero no siempre es tan espectacular y sale tan bien como debería. La lluvia hizo acto de presencia los días previos a las finales y complicó la vida a los mejores 'bikers' del mundo: de hecho, en algunos casos les hizo parecer novatos que acabaran de deshacerse de las ruedecitas de sus flamantes bicicletas. No parecían capaces de recorrer más de diez metros sin amorrarse encima del barro. Más de uno tal vez se replanteó su oficio.

No obstante, quizás no todo fue culpa de la lluvia… y es que estos deportistas son casi tan amantes del peligro y la velocidad como de la fiesta y el desmadre. ¿Lluvia o cerveza? Mejor veamos al legendario Steve Peat superando sus nervios antes de la carrera y se nos irán las dudas.