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Cultură

Eso de que usamos sólo el diez por ciento de nuestro cerebro es un mito

Nada mejor que un neurólogo para desmontar el nuevo film de Luc Besson, ‘Lucy’, cuyo lema es “Una persona normal usa el diez por ciento de su capacidad cerebral. Imagina lo que puede hacer ella con el cien por ciento”.

Imagen Universal Pictures

En cuanto le comuniqué al doctor Miquel Aguilar, neurólogo de profesión en el Hospital Universitari Mutua de Terrassa, en Barcelona, el tema de la entrevista, a los cinco minutos ya había comprado las entradas del cine para ver Lucy, nueva propuesta del francés Luc Besson. Un hombre documentado que también se responsabiliza de la Unidad de Memoria y Atención a las Demencias del mismo centro sanitario. La entrevista se parecía más a una clase magistral propia de una facultad de medicina, donde cada frase y cada pausa iban acompañados de un esquema o croquis. Conclusión: siete páginas llenas por los dos lados al final de nuestra cita.

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VICE: ¿Es cierta la afirmación de que sólo usamos diez por ciento del cerebro?
Dr. Aguilar: Es un concepto muy clásico decir que sólo utilizamos un diez por ciento del cerebro. Las personas son un conjunto de capacidades y de alguna forma no hay una persona igual que otra. Yo diría que hay dos conceptos; uno es la localización de áreas del cerebro donde diferentes partes de este tienen funcionalidades. Y luego hay otro muy importante que es que el cerebro es conexión: conectividad.

Hay áreas que tienen función, tenemos un cerebro conectivo, total. Hablar de un diez por ciento no es correcto. Todo es mucho más complicado. Dicho esto, ya te he deshecho la teoría del diez por ciento en menos de dos minutos.

¿Se puede comprobar entonces qué porcentaje usamos con algún tipo de prueba, o se conoce el porcentaje exacto?
No, no se puede comprobar porque todos somos diferentes. Mira, con una parte del cerebro generamos el movimiento, con otra recibimos sensaciones, con otra vemos, con otra oímos, con otra hablamos… ¿Qué pasa? El movimiento se ve, la sensación se nota, lo que oímos se escucha… Toda esa parte del cerebro de delante, la frontal, antes se decía que era una parte silenciosa o muda, pero eso no es verdad. Lo que tenemos ahí es un cerebro organizador y planificador, todo pasa por ahí.

Independientemente de todo esto hay una genética que modula a cada persona. Pero la vida modifica la genética y transmite información, lo que hace al cerebro tuyo y de los otros. Un padre y una madre, por ejemplo: ellos transmiten sus genes y eso define tu cara, tu conducta, cómo reaccionas y las capacidades de cada persona… No es sólo lo que llamamos el fenotipo, que es lo que se ve, también somos genotipo, que es lo que existe dentro de nosotros. Nuestros padres son los genes mas nuestro entorno. La familia influye de muchas maneras en una nueva vida y hace que cada persona sea diferente y utilice sus funciones cerebrales de diferente modo.

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Apuntes sobre las diferentes funcionalidades del cerebro (por donde oímos, por donde procesamos el lenguaje etcétera)

Siendo todo tan complejo, entonces ¿me podrías decir el porcentaje que usamos aproximadamente al sonreír o al cerrar el puño?
No. Lo que dices es extremadamente complicado si lo relacionamos con la actividad cerebral. Hay respuestas, prácticamente reflejos, estímulos-respuesta que ni siquiera llegan al cerebro. Muchos se generan en la médula y se quedan ahí. Son mono-circuitos que entran por una puerta y salen por la de al lado. Hay otras reacciones que entran por la misma puerta y salen más arriba, pero todavía siguen siendo espinales. Pero es que hay otras que son corticales, algo más arriba. Todo eso no es tan sencillo, es más complicado. ¿Por qué? Porque hay memoria y memoria quiere decir que hay aprendizaje.

¿Me estás diciendo que cuando nos hacemos mayores, somos más superhombres gracias al aprendizaje vital que hemos adquirido con la memoria?
Conforme nos vamos haciendo viejos vamos construyendo una red de contactos cada vez mayor. Todo a través de nuestras vivencias y nuestro aprendizaje como te he dicho. Piensa que estamos expuestos a un bombardeo de información que recibimos a través de ojos, boca, lengua… Todo entre en el cerebro y lo procesamos. El cerebro cada vez tiene más información, eso se traduce en más aprendizaje y es mejor.

Todo eso también condiciona nuestra resistencia cerebral. Nuestro cerebro está formado de neuronas que son como tallos conectados llenos de espinas que, a medida que vamos creciendo, se llenan de información nueva. Eso quiere decir que la espina de aprendizaje es aquella espina vacía que podemos llenar con información nueva y transformarla en espina de memoria. Cuanta más información más aprendizaje y más memoria, pero también menos espacio. Una persona vieja estará llena de espinas de memoria y pocas espinas de aprendizaje, eso no lo convierte en ningún superhombre… Mira, un ejemplo: tenemos a un chico, a su padre y a su abuelo. El abuelo tiene más experiencia, pero los otros dos más espinas vacías… Si metemos a los tres en la Universidad con igualdad de tiempo, el abuelo no tendrá nada que hacer contra sus rivales, pero si le damos más tiempo quizá lo haga mejor que los otros dos gracias a la experiencia vital adquirida.

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Apuntes del doctor sobre las espinas de memoria

Todo lo explicas desde un punto de vista muy racional, pero aquellos hechos sin explicación, como por ejemplo enamorarse, ¿tienen un desarrollo lógico en nuestras cabezas?
Cuando tú te enamoras el efecto está por dentro y no deja de ser casi una enfermedad. Es igual a la pasión y pasión es igual a descontrol. Tú vas por la calle y no te abalanzas sobre una mujer que te gusta, ¿no? ¿Por qué? Porque has ido aprendiendo que hay normas, leyes… Diferentes en cada país, estas normativas controlan los impulsos y una parte del cerebro piensa: ¿Por qué no? Pero otra piensa en control normativo, en razonamiento y justificación.

¿Y cómo explicas entonces las actividades paranormales que se desarrollan por ejemplo en Lucy o en algunos shows de telequinesia o hipnosis?
Hay potencialidades ocultas que todo el mundo posee. ¿Por qué una madre que vive en España siente cuando a su hijo le ha pasado algo y está a miles de kilómetros? No hay explicación… ¿Qué se ha transmitido? De alguna forma todo eso está oculto y hay gente que lo tiene desarrollado al máximo mientras que otras personas lo tienen en negativo. Estoy hablando de conjeturas, pero esto existe. ¿Por qué hay personas que tienen contactos extraterrenales? ¿Es psicosis o es realidad? Hay gente que lo explica coherentemente. Hay muchas cosas que no sabemos y que no podemos negar ni explicar. Utilizamos todo el cerebro, pero hay energías que aún no podemos razonar objetivamente.

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Apuntes sobre una madre que nota el problema del hijo y sobre el supuesto túnel que vemos al morir.

¿Entonces en Lucy hay algo de razón?
En la película hay un momento en que Scarlett ve lo que pasa en la mente de los demás. ¿Todo eso por qué no? Todo es magia. Hay cosas mágicas de las cuales no hay explicación. Una cosa es el mago al que se le ven los trucos de manual y otra es la magia del cerebro, que es maravillosa. No sabemos si es real o ficticio el ver a una persona al final del túnel cuando vamos a morir, ni tampoco sabemos qué causa eso y si pasa de verdad.

Hay un mundo mágico aparte de las potencialidades reales. Piensa que hay diferentes inteligencias: la emocional, la musical… La inteligencia no es inteligencia única, es múltiple, incluso inteligencia de cálculo, deportiva… Un chico con una discapacidad mental puede memorizar toda la Sección Amarilla porque tiene una memoria visual tremenda. ¿No es eso una capacidad casi ficticia? No deja de ser una potencialidad que tenemos los seres humanos. De todas formas todo tiene sus límites y nada puede crecer por encima de sus posibilidades, estamos hablando de la capacidad cerebral, claro. Uno puede conocer todo, pero entonces… ¡Qué desastre! ¿Te gustaría recordar absolutamente todo lo que has vivido?

El director de Lucy, Luc Besson, supone que si alguien consigue tener acceso al treinta por ciento de su mente, podrá acceder al cuarenta y así sucesivamente, como un efecto dominó.
Pero es que todo eso es lo que le gusta al gran público. ¿Sabes? La película al fin y al cabo no deja de ser un espectáculo. Podrían haber hecho un buen producto audiovisual, pero ya no sería comercial.