Es el fin de Google Glass y los 'glassholes' están sufriendo

Adiós Google Glass, te conocimos muy poco. Para ser justos, Google no está diciendo que va a terminar este experimento de computadores que puedes usar en tu cara y que duró tres años, pero el actual modelo de Google Glass (la edición Explorer que cuesta $1500)  ​será sacada del mercado hoy luego del último día de ventas.

​Google dijo la semana pasada que Google Glass se "graduó" del laboratorio secreto Google X y ahora tiene un equipo propio, prometen que versiones futuras de Google Glass serán hechas… en algún momento. ​Lo que se dice es que el proyecto pasará a las manos del creador del iPod y de Nest, Tony Fadell, quien ​entró a Google hace un año. Fadell ha demostrado que sabe hacer pulcras y sensuales piezas de tecnología, lo que podría ayudar al antiestético Glass.

Pero ¿Dónde quedan los llamados "Glassholes"? Esos usuarios que pagaron $1500 dólares para ser parte de un programa que Google está cerrando.

Un rápido vistazo a los comentarios de la  ​página oficial de Glass en Google Plus (el espacio oficial de discusión para los exploradores/glassholes) revela una amplia gama de reacciones y algo de confusión. "¿Qué significa esto para nosotros que estamos trabajando con Glass y siendo exploradores? Estamos extintos :)" preguntó un usuario, una pregunta que se repite de distintas formas. "¿Este dispositivo será un ladrillo en un par de semanas?" pregunta otro. Algunos expresaron frustración hacia Google: "Fallaste Google y no es la primera vez" escribió uno. "Siento que esto fue una gran perdida de tiempo, esfuerzo y dinero" ​dijo un pobre caballero que compró Google Glass hace poco más de un mes.

Mientras otros son más optimistas, felicitando a Google por "seguir hacia adelante" con el programa (lo que sea que esto signifique), el sentimiento general entre los fieles de Google Glass parece ser la decepción.

"Mientras Google intenta asegurar a sus clientes comerciales que Explorer no está muerto, las actualizaciones del sistema operativo se han detenido con este anuncio" escribió Det Ansinn, fundador de  ​BrickSimple, una compañía de desarrollo de software que adoptó Glass para hacer aplicaciones luego que estuvo disponible el año 2012. "Los clientes corporativos no están viendo la edición Explorer como algo que tenga apoyo. Estamos emocionados con lo que pasará con Glass, pero la impresión inmediata es que al aparato se la acabó la vida".

Esta es una evaluación bastante triste para un aparato que  ​comenzó como uno de los productos con más hype de su generación. Los primeros rumores sobre Google trabajando en unos anteojos computarizados aparecieron ​a fines del 2011. Pero fue ​el exagerado video en abril del 2012 anunciando el "proyecto Glass" y mostrando una serie de usos imaginarios (mostraba video chat y navegación) lo que realmente impulsó a Google Glass hacia la atención masiva.

Google hizo que Glass fuera  ​la estrella de su conferencia de desarrolladores ese año, poniendo el aparato en un grupo de paracaidista que mostraron su punto de vista a través de un streaming para todo el mundo. Fue en esa conferencia que Google comenzó a tomar ordenes para Glass, al comienzo sólo para quienes fueron al show. El 2013 ​la compañía extendió la disponibilidad a través del concurso #ifihadglass (si tuviera Glass), pidiendo a los norteamericanos que rueguen por el privilegio de pagar $1500 dólares y obtener el aparato. Al mismo tiempo se comprometieron a lanzar una versión para consumidores finales, pero​ la fecha continuó siendo aplazada.

Fue en este momento que la reacción a Google Glass comenzó a ser seria, un bar de Seattle ​ prohibió que sus clientes ocuparan Glass debido a las problemas a la privacidad y el infame Robert Scoble se burló de Glass con ​una foto en la ducha. ​Más confrontaciones y ​prohibiciones siguieron. Cuando Google Glass estuvo disponible para que cualquier persona lo comprara, en ​mayo del 2014, casi toda la importancia que tuvo se había esfumado.

Los exploradores con Google Glass no creen que la negatividad de los medios y la percepción del público hayan mermado las oportunidades del proyecto. "El sistema de invitación frustró a muchas personas y parecía favorecer a los bloggers y a la personalidades de Internet, gente que no crea aplicaciones" señaló Ansinn. "La exclusividad del club, y no estamos hablando del precio, fue perjudicial para el interés de los desarrolladores. Con el tiempo y cuando quedó claro que un "Glass para los consumidores" no iba a estar disponible pronto, aquellos que estaban desarrollando experiencias para el consumidor dejaron de hacerlo voluntariamente o se les acabó el dinero".

Pese a que el publico general parece rechazar visceralmente el proyecto, de alguna forma la declive de Google Glass puede haber sido cristalizada por el propio hype de Google. Lanzar el producto de forma lenta a solo unos seleccionados por un montón de dinero logro que Glass pareciera muy elitista, poco disponible y poco familiar. Pero ya saben lo que dicen de mirar las cosas en retrospectiva.