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Tecnología

¿Es seguro fumar hierba en el embarazo? Separamos la ciencia de la histeria

La falta de evidencia científica sigue deteniendo a las madres de usar la droga por el miedo a dañar a sus bebés o ser acusadas de abuso infantil.

Shaleen Title perdió unos 13 kilos durante el primer trimestre de su embarazo debido a un agobiante caso de Hiperémesis Gravídica, una condición caracterizada por náusea severa y vómitos que pueden llevar a deshidratación y deficiencias nutricionales.

Su médico en ese momento le sugirió una dosis triple de Zofran al día, un medicamento utilizado para ayudar a pacientes que se encuentran en proceso de quimioterapia.

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Shaleen, abogada de Massachusetts y partidaria de la reforma del cannabis, sabía que la marihuana medicinal es un tratamiento efectivo para la náusea en pacientes con cáncer.

También sabía que aunque el uso medicinal de la droga es legal en su estado nata, el riesgo de usarla para sus náuseas era muy grande: su bebé le podría ser quitado si ella o su futuro hijo resultaban positivos a exposición a marihuana al nacer.

Pero Shaleen no quería tomar Zofran, que estaba siendo prescrita a mujeres embarazadas por fuera del etiquetado. En lugar de eso, renunció a su trabajo y pasó meses encamada y vomitando.

Hoy, GlaxoSmithKline, los fabricantes del Zofran, se encuentran en medio de una demanda colectiva debido a la recomendación de usar el medicamento durante el embarazo sin aprobación de la FDA. Se ha mostrado que contribuye con varios defectos de nacimiento como el paladar hendido, pie zambo, craneosinostosis, y agujeros en el corazón de los recién nacidos.

La primera prueba médica dedicada al uso de la marihuana durante el embarazo está ocurriendo en Colorado

La Dra. Torri Metz, obstetra de alto riesgo y profesora asistente de la CU School of Medicine, está conduciendo un estudio que podría fijar un estándar para entender los efectos del uso prenatal de la marihuana.

Metz quiere buscar la asociación entre el uso de la marihuana y la restricción del crecimiento fetal, la hipertensión en madres embarazadas, muerte fetal, nacimientos prematuros y más.

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"Si miras en la literatura actual, encuentras resultados mixtos", dijo Metz en un comunicado. "Cerca de la mitad [de los estudios] dicen que hay una asociación entre el uso de la marihuana y resultados adversos; cerca de la mitad dicen que no hay asociación".

La prueba incluirá a 100 mujeres seleccionadas al azar en el UCH y Denver Health, y se les acercará Metz en un rango de un par de días. Con el fin de incentivar la honestidad, las mujeres grabarán sus respuestas a través de una computadora en lugar de hacerlo cara a cara, y recibirán certificados de confidencialidad.

El estudio luego utilizará un pedazo de seis pulgadas del cordón umbilical de los infantes (más preciso que las tradicionales mediciones de orina o meconio) para buscar evidencia de exposición a la marihuana.

"No nos importa realmente si los niños viven o no en un estado de pobreza, pero agrégale una capa de marihuana y todo mundo pierde la cabeza".

Usar marihuana durante el embarazo no es ilegal en estados donde es legal consumir con fines médicos o recreativos, pero la falta de evidencia científica sigue conteniendo a las madres de usar la droga debido al miedo de dañar a su bebé o ser acusadas de abuso infantil.

La Dra. Metz es la mejor esperanza de poder tener respuestas definitivas para mujeres que quieren saber si es seguro usar marihuana durante el embarazo.

Difícil de probar

"La marihuana aún es difícil de probar", dice Heather Thompson, bióloga molecular conElephant Circle, un grupo de Colorado que brinda apoyo a familias en torno a una variedad de asuntos relacionados con el embarazo y la crianza.

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El uso de la marihuana debe ser reportado por la persona que consume, y sus efectos tradicionalmente no pueden ser aislados de otras sustancias como el alcohol, tabaco y otras drogas, sea prescrita o no.

Las regulaciones federales también vuelven complicado evaluar los efectos en una prueba científica controlada. La cannabis fue listada como una sustancia Schedule I en 1970 en los Estados Unidos, queriendo decir que "no se acepta actualmente como de uso médico" y la inversión federal para investigación con esta droga es inexistente.

Para ponerlo en perspectiva, la cocaína está listada como sustancia Schedule II, es decir, los fondos públicos se destinan con mayor facilidad para estudiar los efectos positivos y negativos de la droga.

Fue hasta el año pasado que la administración de Obamacortó significativamente los bloqueos que rodean la investigación sobre la marihuana. A nivel estatal, Colorado y California son los únicos en aprobar fondos públicos para investigación médica con cannabis.

La investigación existente apunta a algunos posibles efectos detrimentales, pero es inconclusa

Tres estudios de longitud mayor que se han llevado a cabo en Ottawa, Rotterdam y Pittsburgh entre 1978 y 2001, siguieron a las familias de las madres que usaron sustancias "comúnmente ilícitas" prenatalmente y posteriormente por unos 20 años o más.

Ninguno de estos estudios apuntó a ver exclusivamente los efectos de la marihuana, si no los de marihuana y tabaco, marihuana y alcohol, así como otro amplio rango de sustancias respectivamente.

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En el corto plazo, los únicos efectos reportados tenían que ver con el comportamiento neuronal, como temblores o shocks en incremento, síntomas que son indistinguibles de aquellos causados por el uso de nicotina, que no fue controlada en ninguno de los estudios.

Las conclusiones a largo plazo mostraron posibles impactos negativos en el comportamiento y la cognición del infante, pero nuevamente, no había forma de determinar si estos impactos se debían a la marihuana o algunos otros efectos conocidos empíricamente por tener efectos similares, como la pobreza, bajo estado socioeconómico y el uso de la nicotina o el alcohol.

Los hallazgos, a pesar de no estar confirmados, crearon la impresión que la marihuana daña a recién nacidos. Este razonamiento ha sido utilizado para enjuiciar repetidamente a mujeres consumidoras de cannabis por abuso infantil.

Incluso en estados donde el consumo es legal, el uso prenatal de la marihuana es tratado de la misma forma que el tabaco y el alcohol, además de ser sugerido por agencias de salud pública y médicos.

Los casos de manipulación de los resultados de estudios sobre drogas prenatales no son un fenómeno nuevo. A finales de los 80s la epidemia del "bebé del crack" fue una pasarela sensacionalista de medios de comunicación que tomaron información de unestudio pobremente ejecutado y lo convirtió en una guerra racista y clasista contra las mujeres.

Los efectos de la cocaína no pudieron ser aislados de los efectos de la pobreza, que es casi siempre concurrente con bajos niveles de nutrición, estimulación y apoyo comunitario. Más de 200 madres de comunidades pobres fueron acusadas de abuso infantil, y muchos niños fueron retirados de sus hogares.

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"Caracterizar a un infante nacido de una mujer que usó marihuana durante el embarazo como un ser 'abusado físicamente y/o 'desatendido' es opuesto a toda la evidencia científica".

La reacción ha sido similar con la marihuana. En 2011, una mujer en Alabama fue arrestada por "poner en peligro químico a un niño" tras dar positiva al THC, el principal metabolito psicoactivo presente en la cannabis, después del nacimiento. Ella negó usar cannabis durante su embarazo. Recientemente, a otra madre en Ohiole quitaron a su bebé integrantes de servicios infantiles porque eligió beber té de cannabis en lugar de usar calmantes de prescripción para lograr mitigar sus dolores posparto.

"No nos importa realmente si los niños viven o no en un estado de pobreza, pero agrégale una capa de marihuana y todo mundo pierde la cabeza", dijo Thompson.

Al menos un estudio mostró que el uso de la marihuana es seguro para madres embarazadas

Esta política de cero tolerancia hacia los embarazos y la marihuana no tiene un soporte científico.

"Es importante enfatizar que caracterizar a un infante nacido de una mujer que usó marihuana durante el embarazo como un ser 'abusado físicamente y/o 'desatendido' es opuesto a toda la evidencia científica", dijo el Dr. Peter A. Fried, principal investigador del estudio de Ottawa, uno de los pocos estudios norteamericanos que profundizan en el este asunto.

Adicionalmente, unestudio realizado en 1994 por la Dra. Melanie Dreher en Jamaica, donde la "ganja" es ampliamente aceptada tanto médica como culturalmente, encontró poca diferencia en los bebés expuestos a la cannabis, y si algo cambiaba, parecía ser para bien.

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Foto: David Gach/Flickr

"Los neonatos de madres con alto consumo de marihuana tuvieron mejores registros de estabilidad autónoma, cualidad de alerta, irritabilidad y autorregulación, además de ser juzgados como más gratificantes para los cuidadores", señala el estudio.

Michael Backes, autor de Farmacia Cannabis: La guía práctica para la marihuana médica señala que nuestro entendimiento del sistema endocannabinoide es tan complejo que las precauciones que se toman en el consumo prenatal se deben simplemente a nuestra falta de entendimiento científico, e hizo énfasis en que la prohibición ha prevenido el uso de lo que podría ser una medicina potencialmente benéfica en madres embarazadas.

Finalmente, tendremos algo de datos reales

Con la legalización en el horizonte para cada vez más estados, este es solo inicio de un asunto crucial de derechos reproductivos.

RecientementeNueva York determinó que los bares y restaurantes no pueden negar el alcohol a mujeres embarazadas (una sustancia que, si se abusa de su consumo prenatalmente, hasido asociada a efectos detrimentales), diciendo que "usar la seguridad como un pretexto para la discriminación o como una forma de reforzar normas tradicionales de género o estereotipos es ilegal". Tal vez este tipo de pensamiento logre esparcirse para incluir el uso de la marihuana durante el embarazo, ya sea que esté prescrita o no.

Metz y sus colegas están desarrollando el cuestionario para las mujeres embarazadas que participan en el estudio; Elephant Circle está creando los panfletos y otra documentación para dispensarios en Colorado para informar a las mujeres sobre la investigación actual y sus derechos.

Mientras tanto, defensores están trabajando en rehacer la agencia de la cannabis para que más pruebas como las del Dr. Metz puedan ser fondeadas públicamente.