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Tecnología

Estudios Dicen que los Cigarrillos Electrónicos son más Saludables que el Tabaco

Así que relájemonos por favor.
Imagen: Shutterstock

Un nuevo informe sobre los efectos de los cigarrillos electrónicos en la salud fue publicado hoy, y a éste vale la pena prestarle atención. El informe revisa una colección de más de 81 estudios que se han hecho sobre estos controvertidos aparatos. El informe tiene como objetivo observar patrones y sacar conclusiones definitivas.

La primera gran noticia es que aún no sabemos si los cigarrillos electrónicos son buenos para ti.

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La segunda gran noticia es que aspirar nicotina líquida es menos perjudicial para la salud que fumar cigarrillos de tabaco, esto no quiere decir que sea totalmente seguro o que son incapaces de causar enfermedades, simplemente no son tan riesgosos como su contraparte analógica.

Para que quede claro, esta afirmación no pretende crear controversia, o más bien, no debiese . Anteriormente, la Administración de Alimentos y Drogas admitió lo mismo en una audiencia realizada en el Senado sobre los productos derivados del tabaco. Un grupo de 50 científicos de alto nivel mundial estuvo de acuerdo en que los cigarrillos electrónicos podrían "salvar cientos de millones de vidas."

El sentido común también lo respalda, ya que finalmente los parches y chicles de nicotina son similares a los cigarrillos electrónicos: un método médicamente aceptado de consumo de nicotina sin los efectos cancerígenos producidos por la combustión del tabaco. En este sentido, la gran pregunta es qué tan dañina puede llegar a ser la nicotina líquida.

El análisis realizado por la Universidad Queen Mary de Londres y publicado en la revista Addiction concluyó que los cigarrillos electrónicos tienen menos toxinas que el humo del tabaco, pero aún así siguen teniendo algunas. Se observó también que el vapor emanado en el ambiente es mucho menos riesgoso que el humo de segunda mano, pero de nuevo, todavía no sabemos qué tan riesgoso es.

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También se concluyó que no hay pruebas de que el humo generado por los cigarrillos electrónicos incentive a los jóvenes a empezar a fumar cigarrillos de tabaco. Sin embargo, este sí ayudaría a los fumadores adictos a dejar o reducir su consumo. De hecho, la conclusión del estudio sugiere que los profesionales de la salud debieran recomendar a los fumadores que no quieren o no pueden dejar la nicotina de golpe cambiar su hábito por los cigarrillos electrónicos.

Hay dos implicaciones lógicas en este último estudio. Primero, sobre-regular los cigarrillos electrónicos de la misma manera que el tabaco probablemente hará más daño que bien. Segundo, es necesario cuestionar la idea de que los cigarrillos electrónicos son una solución milagrosa y 100 por ciento exitosa para dejar el mal hábito, ya que simplemente aún no lo sabemos con certeza.

Como suele suceder en la mayoría de estos casos, la verdad seguramente se encuentra en algún lugar entre medio estos dos puntos. Ambos extremos están dando mucho que hablar en la prensa a medida que se calienta el debate sobre los cigarrillos electrónicos. (Ayer Mic publicó un artículo con el titular: Revelada la gran mentira sobre los cigarrillos electrónicos—la mentira de que son seguros.)

La cuestión aquí va más allá de la tormenta mediática. El desprestigio de los cigarrillos electrónicos, podría conducir a un apresurado plan regulatorio para anular efectivamente su venta. No es ningún secreto que las directrices propuestas actualmente bajo revisión de la FDA podrían obstaculizar los pequeños y medianos proveedores de cigarrillos electrónicos y favorecer en gran medida a las empresas tabacaleras, las cuales poseen las cantidades de dinero necesarias para llevar a cabo el proceso de aprobación de la FDA.

La agencia gubernamental admitió que no cuenta con todos los hechos de este caso, pero dice que no los necesitaría si tuviese que regular la nueva tecnología. Esto deja a los defensores de la salud preocupados, ya que el resultado podría terminar arruinando una alternativa que potencialmente podría salvar las vidas de aquellos que tienen este hábito mortal.

"Si se ponen duras regulaciones ahora, vamos a dañar la salud pública a gran escala", dijo el autor del estudio Peter Hajek a la BBC. Además, él señaló que es necesario autorizar que estos dispositivos compitan en el mercado en contra de los humos convencionales.

La FDA no es el principal problema. La Organización Mundial de la Salud también ha estado realizando lentos movimientos para regular los cigarrillos electrónicos, a la vez que dicen se necesita de más investigación. Mientras tanto, los diferentes estados en EE.UU. están comenzando a aprobar leyes aún más estrictas en ausencia de normas federales. Por otro lado, la industria de los cigarrillos electrónicos, ahora protegida por grupos de presiónestá luchando para mantener esas reglas los más laxas posible.

Es necesario destacar que, dado el potencial de los cigarrillos electrónicos para ayudar a dejar de fumar, fuertes regulaciones a su consumo podrían perjudicar y pisotear una alternativa saludable para muchos fumadores, sobre todo si no existe evidencia científica que respalde esas regulaciones.