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Tecnología

Los abortos DIY y los espéculos no pueden reemplazar los derechos reproductivos

Pese a la guerra del partido republicano estadounidense contra las mujeres, no existe nada que pueda substituir a un experimentado ginecólogo.
Un espéculo impreso en 3D, diseñado por GaudiLabs. Foto: Klau/Creative Commons

A principios de este mes, los legisladores de Ohio, en Estados Unidos, lograron aprobar una ley que prohíbe el aborto luego de las 20 semanas de embarazo y comencé a pensar en los GynePunks, o punks ginecológicos. Ellos son un colectivo de biohackers radicales que captaron mi atención durante el verano del 2015, cuando aparecieron en la esfera pública con espéculo impreso en 3D y un manifiesto sobre la soberanía de tu cuerpo.

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En 2015 puse a los GynePunk en la categoría de "interesantes, pero no muy relevantes para mi experiencia". En ese tiempo, los derechos reproductivos parecían algo muy seguro en Estados Unidos. La ginecología do it yourself (o 'hazlo tu mismo') parecía un interesante comentario sobre la autonomía de tu cuerpo y la corporatización de la medicina, pero nada que yo personalmente pudiera necesitar.

Con la ley de salud asequible de Obama a punto de derrumbarse, el plan de los republicanos de quitarle los fondos a Planned Parenthood y la posibilidad que muchos estados aprueben nuevas barreras para acceder al aborto, el sentido de seguridad sobre la autonomía de mi cuerpo, el acceso a un plan de salud ginecológico de calidad y el acceso a pastillas anticonceptivas asequibles parecen estar en peligro. De repente, la misión de los GynePunks a la hora de aumentar la disponibilidad de una asistencia ginecológica para todos quienes tengan acceso a internet me pareció muy urgente. También muy personal.

Pero, ¿Cómo una mujer como yo puede acceder a la ginecología 'hazlo tu mismo'? Los GynePunks consiguieron la atención de los medios con un espéculo, entonces pensé en comenzar ahí. Mientras tengas acceso a una impresora 3D (imaginemos un mundo donde un pedazo de maquinaria de 1000 dólares es más fácil de conseguir que un barato espéculo plástico), los archivos están disponibles en Thingiverse.

Pero a no ser que seas Annie Sprinkle, un espéculo por sí sólo no hará mucho por ti. En un mundo con derechos reproductivos impresos en 3D, el espéculo es tan útil como parece. Pese a mis fantasías de diafragmas y dispositivos intrauterinos impresos en 3D, diferentes búsquedas no arrojaron ninguna resultado. Una colección titulada "health" (salud en inglés), contiene el espéculo de GynePunks y nada más.

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Probablemente no debería estar sorprendida. Pese a que todos dicen que la impresión 3D tiene la posibilidad de "cambiar el mundo", la mayoría de los consumidores de impresoras 3D prefieren crear juguetes en vez de crear equipamiento médico. Pero la impresión 3D no es la única forma de de hackear los planes de salud; por suerte un amigo me puso en contacto con Mary Maggic, una bio artista que busca cambiar nuestra relación con las hormonas que son esenciales en la mayoría de los productos comerciales de control de natalidad.

El proyecto 'estrógeno de código abierto' está examinando la posibilidad de sintetizar estrógeno a través de la ciencia ciudadana. Este proyecto fue concebido originalmente como una forma de crear métodos anticonceptivos hormonales de código abierto, pero desde entonces el proyecto se ha expandido para incluir a todos los que necesiten acceso al estrógeno (como mujeres trans y personas queer). El fin de todo esto, me dijo Maggic, es que todos quienes necesiten estrógeno —ya sea una mujer cis (que nació como mujer y fue declarada mujer al nacer) que está previniendo el embarazo o una mujer trans que está intentando un sistema 'hazlo tu mismo' de reemplazo de hormonas — "pueden hackear en la cocina y sintetizar su propio estrógeno", sacando la molécula de la orina y otras fuentes naturales donde esta reside.

Pero a medida que me empecé a emocionar, apareció la dura realidad. El estrógeno de código abierto no llegará pronto a tu cocina, quizás nunca. Cuando le pregunté a Maggic cuándo lo veremos, ella dijo "no estamos trabajando para lograr esa meta. No somos una compañía".

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Al igual que con el dispositivo intrauterino Bearina, un concepto de bajo costo que (como dice su propio creador) " no debe ser utilizado como un dispositivo intrauterino", el estrógeno de código abierto es una declaración sobre la soberanía de tu cuerpo y el anticapitalismo, no es una acción estratégica para la libertad reproductiva.

Pero si bien no podrás crear pastillas anticonceptivas a partir de tu orina en un plazo cercano, esto no significa que no hayan otras formas 'hazlo tu mismo' de tomar el control de tu útero. Cuando estaba a punto de abandonar la búsqueda, me topé con una guía 'hazlo tu mismo' para un aborto seguro, publicada por la coalición internacional de salud femenina (una organización que emplea a mi hermana) en conjunto con el proyecto de salud Gynuity, otra organización dedicada a la investigación y la asistencia técnica, quienes se enfocan en crear tecnología de salud reproductiva que sea más conveniente, segura y accesible.

La guía ofrece un manual de instrucciones paso a paso para inducir un aborto con misoprostol, un medicamento abortivo que también es utilizado para medicar las úlceras (por lo que está ampliamente disponible en países que incluso prohibieron la mifepristona, otro medicamento utilizado en el término del embarazo). En Estados Unidos, se vende bajo el nombre Cytotec; pese a que se requiere prescripción en Estados Unidos, en México se vende en las farmacias. Y pese a que el misoprostol por sí mismo no es tan efectivo como la mezcla de mifepristona y misoprostol que actualmente se utiliza para inducir un aborto médico, todavía tiene entre un 75 y 85 por ciento de efectividad en el primer trimestre y, por supuesto, es más seguro que muchos de los métodos desesperados que las mujeres utilizan (incluyendo el beber fluidos tóxicos como la trementina, insertar un perchero en el útero o el intentar remover tejido del útero bajo malas condiciones sanitarias), lo que usualmente lleva a infecciones, infertilidad e incluso la muerte.

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Debemos defender nuestro derecho a tener soberanía sobre nuestros cuerpos, pero esta lucha no es solamente la de crear una salud reproductiva de código abierto.

El misoprostol también puede ser utilizado para inducir un aborto en la primera porción del tercer trimestre (de las 13 a las 20 semanas), pero el riesgo aumenta bastante en esta etapa. Y lo más importante es que el misoprostol no es una opción después de las 20 semanas, por lo que no significa mucho para las personas que viven en Ohio y necesitan un aborto.

Esto nos lleva a uno de los mayores problemas a la hora de tomar el camino 'hazlo tu mismo' hacia la libertad reproductiva. Incluso si logramos que el estrógeno sea de código abierto, es difícil asegurar acceso universal al control de natalidad hormonal; incluso si el aborto con misoprostol está a años luz de las opciones disponibles en la era anterior al fallo de la corte suprema en el caso Roe v. Wade; incluso si somos capaces de imprimir un espéculo en 3D y aprender los conceptos básicos de los exámenes pélvicos y la inserción de un dispositivo intrauterino; todas estas opciones funcionan mejor en las personas que están en su peak de salud, con necesidades reproductivas relativamente poco complicadas. Para todos los que tengan que lidiar con algo más complicado — por ejemplo, anomalías severas en el feto, lo que puede llevar a que alguien busque un aborto tardío, o incluso la inserción relativamente complicada de un dispositivo intrauterino —, las opciones 'hazlo tu mismo' son muy poco efectivas e incluso pueden ser una amenaza a la vida de la madre.

No existe substituto 'hazlo tu mismo' que sea más efectivo que un doctor experimentado y bien informado, capacitado legalmente para entregarle a sus pacientes la mejor salud reproductiva posible: ya sea recetando un control de natalidad asequible, llevando a cabo un aborto, entregando exámenes de enfermedades de transmisión sexual y tratamiento o cualquier otro servicio de salud reproductiva elemental. Y no importa cuan avanzada sea la tecnología 'hazlo tu mismo', es poco probable que las personas comunes y corrientes puedan llevar a cabo con seguridad un complicado y peligroso procedimiento médico, como un aborto tardío. Luchar por los derechos de aborto tardío es mucho más esencial.

Es noble luchar por planes de salud reproductiva que sean baratos y efectivos, y proyectos como el estrógeno de código abierto son un paso importante en hacer avanzar la conversación. Pero esta lucha funciona mejor en un ambiente donde el 'hazlo tu mismo' es una opción y no es el último recurso. Deberíamos defender la soberanía sobre nuestro propio cuerpo, pero esta lucha no es sólo sobre hacer que los planes de salud reproductiva sean de código abierto. Es también sobre asegurar un acceso legal, seguro y asequible a los medicamentos, procedimientos y los profesionales esenciales para la salud reproductiva.