Un nuevo reporte afirma que el fracking puede contaminar el agua potable

La agencia de protección medioambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) lanzó un reporte el martes pasado, confirmando que las actividades de fractura hidráulica, utilizadas para extraer petróleo y gas desde el suelo, pueden contaminar el agua potable bajo ciertas circunstancias.

El estudio de la EPA descubrió que el fracking puede ser peligroso si se utiliza agua cuando su disponibilidad es baja, cuando los líquidos del fracking se derraman y llegan a las aguas subterráneas y también cuando los de fluidos para el fracking se inyectan en los pozos, lo que causa que el gas natural se mueva hacia los recursos subterráneos.

También encontraron problemas en el tratamiento de las aguas residuales producto del fracking, la que se desecha en ríos o lagos; También cuando estas aguas residuales son guardadas en pozos sin protección, lo que permite que el agua se filtre hacia las aguas subterráneas locales. El impacto de esto puede ser la contaminación de toda el agua fresca subterránea, reservas que típicamente se ocupan en el agua potable, para cocinar o para el riego de tierras de cultivo.

El estudio busca entregar más información sobre los riesgos reales y provee métodos de prevención para los lugares de Estados Unidos que permiten el fracking o están explorando el concepto. Esta investigación es la más completa compilación de datos sobre el impacto de tomar agua que ha estado en contacto con fracking, dijo Thomas A. Burke (consejero de ciencia de EPA) a través de un comunicado.

"Las evaluaciones de EPA proveen un fundamento científico para quienes toman decisiones de forma local, para las industrias y para las comunidades que están buscando una forma de proteger la salud pública y los recursos de agua potable. Logra que las decisiones sobre actividades de fractura hidráulica sea más informadas", dijo.

Otras organizaciones gubernamentales han emitido alertas relacionadas con el fracking. El servicio geológico de Estados unidos ya dijo que la inyección subterránea de aguas residuales producto del fracking causó un terremoto de 5.1 grados en Oklahoma durante el pasado invierno.

Este estudio aparece en un momento en que el presidente electo, Donald Trump, ha incluido en su gabinete a varios hombres de negocios cercanos a la energía basada en el petróleo. Su último nombramiento fue el CEO de ExxonMobil, Rex Tulleron.

Trump dijo en un discurso acerca de las prioridades en sus primeros 100 días como presidente, que él reduciría las regulaciones respecto a la producción de energía, incluyendo el esquisto. Dado que el proceso de fracking depende de fracturar el esquisto para extraer petróleo, se puede inferir que Trump incentivará el fracking, amenazado de paso nuestra agua y nuestra tierra.